“No tengo tiempo. Mi día debería tener 48 horas”. Cuando lo repites como un mantra es un signo irrevocable de que tienes un serio problema con el tiempo y creedme cuando os digo que es una de mis citas célebres. Al final se hace realidad y el tiempo se encoge como una prenda de algodón en agua caliente. Ahora es el momento de poner sobre la mesa todos aquellos pensamientos que me han rondado por la cabeza tras quitarme el reloj de pulsera y construir aquí mi mapa temporal del mundo.
Empiezo el nuevo curso casi sin ser consciente de que el verano ha pasado como una exhalación. Ha sido un verano tranquilo, sin grandes fanfarrias pero era el verano que necesitaba. Entro en la rueda del inicio de curso por inercia, te subes al carro o te atropella porque además este año han vuelto los exámenes de septiembre. Así que disponemos de menos horas para preparar el curso porque, para que lo sepan el resto de los mortales, los cursos se tienen que preparar y organizar: Reuniones, exámenes, evaluaciones extraordinarias, horarios, compañeros. La cruda realidad se abre ante mí descarnada. Y no hay horas para todo.
Como muchos de vosotros ya sabéis soy profe de secundaria. Siempre había tenido vocación de profesora y aún recuerdo la pizarra que tenía de pequeña y las “clases” que impartía a mis peluches. Ahora llevo en esta profesión casi 11 años y con la perspectiva y experiencia ya hace unos años que empecé a plantearme si esta es la educación en la que creo, si este sistema educativo en el que enseño es efectivo, si tiene sentido enseñar inglés a niños que no les va ni les viene la lengua de Shakespeare. Y pensando, pensando… entré en una crisis vocacional que ya llevo unos años arrastrando. Eso me pasa por darle tantas vueltas a las cosas. ¿Podría ser la educación mejor? ¿Por qué no me siento cómoda? ¿Cómo descubrir la nota discordante para afinarla? ¿Qué impide fluir el aprendizaje de forma natural?
Y mientras me hacía estas preguntas para las que no acababa de encontrar una respuesta clara por Facebook se compartía un vídeo cuyo título era de lo más sugerente: “La Educación Prohibida”. Tardé en verlo porque se me antojaba una propuesta como otras, sin mucho fundamento ni practicidad (así de quemada estoy con el tema, que ya no veo ni la claridad al final del túnel) aunque debo confesar que me llevé una grata sorpresa. Propuestas claras y que ya llevan a cabo con estupendos resultados algunos centros educativos. Un pequeño haz de esperanza atravesó mi corazón. Otra educación es posible. Una educación donde los niños aprenden a conectar con ellos mismos, con sus emociones; donde son ellos mismos los que deciden sus ritmos de trabajo y lo que quieren estudiar… Una educación donde el profesor es un mero facilitador de contenido, le da al niño aquello que le pide. No lo adoctrina ni le obliga a estudiar aquello que marca el currículum, el examen, el resultado final.
Sin embargo, creo que la sociedad no está preparada para un cambio educativo de esa magnitud. Nos falta despertar y reconectarnos. Ver que un sistema educativo inspirado en el ejército prusiano, en la revolución industrial, en la manufactura… no responde al cambio social que el planeta necesita para salir de esta crisis mundial. Cambiando la educación, cambiará el mundo. Es una lástima que los gobiernos no lo quieran ver. Creo que la razón principal es que se les acabaría el chollo de mano de obra barata, inculta, adormecida y dócil. ¿A quién podría explotar entonces? Las masas alzarían su voz para crear una sociedad mucho más justa y equitativa. Y eso, a fecha de hoy, no conviene. Por eso a los profes nos ponen cada vez más horas de trabajo, más niños por clase, más reuniones improductivas, más papeleo innecesario… para que así no puedas atender las necesidades de tus alumnos, para que el estrés se vaya comiendo tus ganas de enseñar, para que no tengas tiempo de facilitar el conocimiento a tus alumnos: se lo das machacadito para que lo digieran rápido. La educación de hoy en día es comida basura para nuestro cerebro porque adormece, crea adicción, atonta y predispone al sobrepeso de la ignorancia.
Así que me alegro de que haya propuestas diferentes y esperanzadoras que inciten a un cambio de sistema, a una reprogramación del sistema. Os invito a que veáis “La Educación Prohibida” porque todavía hay esperanza: Otra educación es posible.
¡Ay, peque! ¡Qué de acuerdo estoy contigo! Sería maravilloso que nos permitieran a todos pararnos un momento, que nos creciera la capacidad de escucharnos y que supiésemos así cuáles son realmente nuestras necesidades.
Porque creemos que necesitamos cosas que en realidad no sólo no nos hacen falta, sino que nos hacen esclavos de esas mismas cosas.
Una educación no doctrinaria, una educación que educara para pensar, para interesar, para aprender es vital. Y tampoco yo sé qué podemos hacer para conseguirla.
Magnífica entrada. Te entiendo perfectamente y además lo hago desde dos puntos de vista diferente. Por una parte, yo debería haber sido compañera de profesión (soy lda. en Historia) y ya desde que terminé la carrera "tiré" por otros caminos de investigación, etc. porque sabía que la educación me iba a quemar debido a ese desinterés y esa lucha constante que conlleva la enseñanza. Ahora soy madre de una adolescente de instituto y el hastío lo tengo instalado en casa. Te prometo que voy a ver la película que recomiendas porque al igual que ocurre con la crisis, entiendo que alguien de a pie como yo no sepa qué hacer, pero me niego a pensar que tantísima gente inteligente: sociólogos, pedagogos...no sepan como cambiar la situación que vivimos, teniendo además tantos medios tecnológicos y llamativos para los chavales (internet, tecnología) a su alcance. Gracias por la reflexión.
Alicia creo que ya hay personas que están aprendiendo a escuchar sus verdaderas necesidades aunque todavía queda mucho camino por andar. En cuanto a la educación pienso que necesitamos una revolución en las aulas. ¿Cuál es el mejor método para un cambio? No sabría decirte, así que si se te ocurre algo (tú que tienes una imaginación portentosa), me lo dices. Besicos!!!
Mamen creo que la peli te dará una perspectiva de las nuevas propuestas que tienen algunas escuelas independientes. Lástima que la enseñanaza pública no de ese tipo de pasos hacia adelante y vuelva a repetir los mismos errores una y otra vez. NO creo que la tecnología sea la respuesta. Yo misma trabajo en un insti con un programa de aprendizaje basado en ordenadores donde no hay libros físicos. Todos los materiales son on-line, bueno eran on-line porque los niños no responden bien a la tecnología y siguen prefiriendo estudiar con papel. Es más el programa educativo 1x1 con netbooks ha muerto ya porque los resultados no eran los esperados. Los niños, en vez de estudiar, se distraen con otras "cosas" (facebook, juegos, chats...). Creo que hay centros que trabajan con Ipads y móbiles. Toda la última tecnología. Personalmente pienso que hay que trabajar en las personas y en las emociones. Nos rodean tantas máquinas que olvidamos enseñar lo más básico que es a ser persona. Yo me pregunto lo mismo, cómo habiendo gente tan inteligente las cosas no cambian... A lo mejor es que no les conviene que cambien. Ánimos con el hastío adolescente... No pierdas la esperanza. El día menos pensado habrá el cambio que tanto ansiamos. Un saludo y gracias por tu comentario!! PS: No estás loca. Hay muchos que pensamos igual. ;-)
Totalmente de acuerdo Érie. Y sin duda, tengo que ver dicha película porque a mí me ha pasado algo similar hace un par de semestres. Hay veces que he sentido que no tiene caso continuar con la rutina de estudiar, ¡y eso está mal! Porque se supone que lo anterior se debe disfrutar a diario, y ser una motivación para levantarse tempranito cada mañana con una sonrisota. Por lo menos, eso es lo que yo trato, y la clave está en encontrar dicha motivación que nos lleve por el camino correcto y asimismo uno lleno de éxitos. Muy buena entrada, como siempre :) No sé si ya había estado por estos rumbos, pero de lo que sí estoy segura es de que conozco tu otro blog y tus escritos. ¡Besos bonita! Nos leemos.
Alma creo que por aquí no habías pasado... Me alegro verte por estos lares. Me entusiasma tu pasión por aprender. No la pierdas nunca!! Aquí eres siempre bienvenida!! Un abrazo enorme!!!
Holaaaaaa, qué gusto conocerte. Felicitarte por lo didáctica y reflexivo de tu entrada. La educación es un factor importante para todos, especialmente para los niños que son como esponjitas y absorven lo bueno y lo malo de todo lo que les enseñamos. Son ellos por donde debemos empezar. Estoy de acuerdo con tu punto de vista y le agrego que los Ministros de Educación se preocupen para mejorar la educación, que hoy en día, deja mucho que desear. Te dejo un cálido abrazo y saludos desde Perú.
Estoy contigo y te aplaudo esta entrada con la esperanza de cada vez recorramos antes el espacio que nos queda por caminar. Un abrazo de una nueva amiga.
Lo que he leído me ha gustado yo no entiendo mucho pero lo que sí se es que quiero una buena educación para mis dos bebés... Mi mama ya fallecida era profesora y muy buena y querida y por lo que te conozco creo que tu eres igual un besazo muuuuuuu grande
Nuria mucho gusto conocerte y que estés de acuerdo con mi punto de vista. Me alegra saber que hay gente que tiene las mismas inquietudes que yo. Muchos saludos y hasta la próxima!!
Towanda me alegra tener una nueva amiga por aquí. Siempre serás bienvenida. Tengo la esperanza de cada vez haya más gente que trabaje por mejorar la educación. Cada paso nos acerca más a la meta. Un abrazo!!!
Oh Marta gracias por el piropo. Una hace lo que puede en las aulas. A ver si para cuando tus bebés vayan a la escuela reciben la mejor de las educaciones posibles. Bsos!!
Comentarios
Porque creemos que necesitamos cosas que en realidad no sólo no nos hacen falta, sino que nos hacen esclavos de esas mismas cosas.
Una educación no doctrinaria, una educación que educara para pensar, para interesar, para aprender es vital. Y tampoco yo sé qué podemos hacer para conseguirla.
Te entiendo perfectamente y además lo hago desde dos puntos de vista diferente. Por una parte, yo debería haber sido compañera de profesión (soy lda. en Historia) y ya desde que terminé la carrera "tiré" por otros caminos de investigación, etc. porque sabía que la educación me iba a quemar debido a ese desinterés y esa lucha constante que conlleva la enseñanza.
Ahora soy madre de una adolescente de instituto y el hastío lo tengo instalado en casa.
Te prometo que voy a ver la película que recomiendas porque al igual que ocurre con la crisis, entiendo que alguien de a pie como yo no sepa qué hacer, pero me niego a pensar que tantísima gente inteligente: sociólogos, pedagogos...no sepan como cambiar la situación que vivimos, teniendo además tantos medios tecnológicos y llamativos para los chavales (internet, tecnología) a su alcance.
Gracias por la reflexión.
En cuanto a la educación pienso que necesitamos una revolución en las aulas. ¿Cuál es el mejor método para un cambio? No sabría decirte, así que si se te ocurre algo (tú que tienes una imaginación portentosa), me lo dices. Besicos!!!
NO creo que la tecnología sea la respuesta. Yo misma trabajo en un insti con un programa de aprendizaje basado en ordenadores donde no hay libros físicos. Todos los materiales son on-line, bueno eran on-line porque los niños no responden bien a la tecnología y siguen prefiriendo estudiar con papel. Es más el programa educativo 1x1 con netbooks ha muerto ya porque los resultados no eran los esperados. Los niños, en vez de estudiar, se distraen con otras "cosas" (facebook, juegos, chats...). Creo que hay centros que trabajan con Ipads y móbiles. Toda la última tecnología. Personalmente pienso que hay que trabajar en las personas y en las emociones. Nos rodean tantas máquinas que olvidamos enseñar lo más básico que es a ser persona.
Yo me pregunto lo mismo, cómo habiendo gente tan inteligente las cosas no cambian... A lo mejor es que no les conviene que cambien.
Ánimos con el hastío adolescente... No pierdas la esperanza. El día menos pensado habrá el cambio que tanto ansiamos. Un saludo y gracias por tu comentario!!
PS: No estás loca. Hay muchos que pensamos igual. ;-)
Muy buena entrada, como siempre :)
No sé si ya había estado por estos rumbos, pero de lo que sí estoy segura es de que conozco tu otro blog y tus escritos.
¡Besos bonita! Nos leemos.
La educación es un factor importante para todos, especialmente para los niños que son como esponjitas y absorven lo bueno y lo malo de todo lo que les enseñamos.
Son ellos por donde debemos empezar.
Estoy de acuerdo con tu punto de vista y le agrego que los Ministros de Educación se preocupen para mejorar la educación, que hoy en día, deja mucho que desear.
Te dejo un cálido abrazo y saludos desde Perú.
Un abrazo de una nueva amiga.